Se fabrica con creatividad
Se han puesto en marcha los amantes de la cerveza, y en cada barrio y localidad están surgiendo redes de microcervecerías, listos para sabotear a la auténtica cerveza. Con el fin de enviar al mundo sorprendentes y nuevas elaboraciones, se ha rescatado recetas millenarias para poner el toque de creatividad necesario.
En estas botellas se siente el disfrute de una varidad de recetas con ingredientes estudiados y probados, preparados con la paciencia y atención que estas requieren.
Un combinado de maltas es lo que da un perfil simple, pero además proporcionan un soporte sólido para el lúpulo. La combinación de lúpulos combinados para ofrecer una sensación fresca al saborear, pero sin amagura áspera.
Al abrir esta cerveza, prepárate para disfrutar en las terrazas y bares, celebraciones o ratos de soledad con las Montañesas, todas te acompañarán siempre.
La Filosofía Montañesa
Montañesa tiene un proceso de elaboración natural y manual, desde preparación de las mejores maltas, pasando por la elaboración del mosto y, además de lúpulos a distintos tiempos y cantidades hasta llegar al embotellado y etiquetado.
De esta manera Montañesa crea cervezas auténticas y originales, elaboradas con paciencia y mucho respeto por el proceso.
El Proceso
La Montañesa para su elaboración adquiere los siguientes compromisos:
- No añadimos elementos que aceleren el macerado
- No realizamos procesos físico-químicos para acortar la fermentación,
- No añadimos abrillantadores para clarificar la cerveza, ni colorantes, ni estabilizantes, ni conservantes.
- No pasteurizamos ni filtramos nuestra cerveza. Por eso es un producto vivo, complejo y rico en matices que evolucionan en el tiempo.
- La carbonatación de la cerveza solamente se realiza con una segunda fermentación en botella, con reposo, y a temperatura constante de unos 20ºC.