Viña Sastre vin 2012
Vin rouge Viña Sastre Roble est une cave à vin Hermanos Sastre, un château dans la Ribera del Duero, Severiano Sastre, a été le pionnier dans ce grand projet, et dans les années 50 a élaboré les premiers vins dans les caves souterraines de la Horra. Sa philosophie est claire: développer une production limitée avec soin illimitée. Le mime par le mime. Dès le début, nous avons opté pour l'agriculture biologique renoncent expressément à tous les types d'engrais minéraux et d'herbicides.
Dégustation de vin rouge Viña Sastre Roble:
Voir: couleur cerise intense, presque opaque, avec une jante grenat. Couche haute et une grande complexité aromatique nous trouvons confiture de groseilles et des conseils aux fruits. Le bois neuf très bien intégré dans le vin en général.
La bouche est très savoureux et puissant, avec une excellente acidité-alcool équilibre. Feuillus, long en bouche avec des notes persistantes et de pain grillé regroupés
N'hésitez pas à poser vos questions à notre sommelier lors de l'achat du vin Viña Sastre Roble.
Bodega Hermanos Sastre: Nacido de la tierra de Horra y de sus viejos viñedos, crece un vino equilibrado, lleno de matices, de gran pureza y frescura.
Bodegas Hermanos Sastre, S.L., se constituyó en el año 1992. Ése fue el momento en que la familia Sastre decidió fundar una pequeña bodega donde elaborar el vino procedente de sus primeras 23 hectáreas de viñedo. Desde entonces, mantienen una forma de cultivo y elaboración tradicional y de máximo respeto hacia la tierra, con la que buscan la producción de vinos de calidad y carácter único. Un carácter nacido de la tierra de la Horra y de sus viejos viñedos, que ofrece el gusto y el placer que se encuentra en cada añada: riqueza, densidad, dulzura, elegancia, raza, pureza y frescura.
Los métodos de elaboración en esta bodega son muy sencillos: SE DISEÑAN LOS VINOS DESDE SUS VIÑEDOS. Después de un cultivo natural, sin la adicción de abonos minerales, herbicidas e insecticidas, se vendimia cada tipo de vino por separado y se lleva a su depósito correspondiente, donde se deja fermentar con sus propias levaduras autóctonas, controlando la temperatura por medio de depósitos con camisas refrigerantes.
Cuando la vinificación esta concluida se estabilizan por medio de frío, pero no por medio de máquinas, si no de forma natural; sencillamente se sacan a unos depósitos en el exterior, donde las temperaturas de diciembre y enero en la Horra alcanzan hasta los 15º bajo cero. De esta manera, los vinos se quedan limpios de una manera natural y sin ningún método físico o químico agresivo que altere su calidad.
Después se realiza la crianza en las naves de barricas, hasta que llega la hora del embotellado.