Vinho Tinto Senhorio de Oran Azanza Seleção de barris

Existen tres almas a la cabeza de Orán: José, Francisco y Paco; llevan más de veinte años elaborando vinos, trabajando en equipo y seleccionando íntegramente los viñedos y buscando la aplicación en tecnología moderna.
Completamente enamorados de nuestra tierra, Extremadura, la que nos abastece con el mejor fruto, que, junto a una vendimia manual en cajas y un cuidado cauteloso en bodega, obtenemos el grandioso resultado de estos vinos que producimos.
Vinos con gran personalidad es lo que hemos perseguido y lo que logramos elaborar, contagiar nuestro entusiasmo y buen hacer en todos los procesos que atraviesa la uva para dar un resultado de calidad.

La Bodega
La vendimia se la realiza con la uva bien madura y en un estado impecable. Se apuesta por las variedades autóctonas perfectamente aclimatadas a nuestra zona. La altitud de 600 metros de las fincas, además de los suelos arcillosos, permite elaborar vinos singulares. Esta singularidad se demuestra en la frescura y sus sabores afrutados que destacan en nuestros vinos.

Fincas
Contamos con dos Fincas: Finca El Moral y Finca El Raposo; ambas ubicadas en la D.O. Ribera del Guadiana y donde cultivamos la variedad tempranillo.

Finca El Moral tiene un suelo sentado sobre laderas de colinas suaves. Posee un suelo franco arcillo-arenoso, aportando capacidad de retención de agua y permitiendo a las raíces penetrar bien profundo. Son suelos equilibrados, con buena textura y fertilidad. El clima es el más favorable para el cultivo de la vid, ambiente templado y más bien seco, largos veranos e inviernos no muy duros.

Finca El Raposo se encuentra asentada sobre un valle situado en las proximidades del balneario del Raposo. Su suelo en superficie es arcilloso y en su interior tiene un carácter calizo, lo que le dota de una gran capacitad de retención de agua, consiguiendo una perfecta maduración de la uva, finura y elegancia. Esta finca tiene un microclima especial, inviernos fríos y moderados con veranos muy calurosos, aunque la altitud por encima de los 600m ofrece grandes cambios térmicos entre el día y la noche, consiguiendo que la uva madure de manera lenta, retrasando la vendimia hasta el mes de Octubre.